jueves, 23 de julio de 2009

Tésis Acerca De Las Similitudes Entre Poesía Y Flato

En ocaciones la poesía no difiere demasiado de un pedo. Cuando uno se tira un pedo lo hace por una necesidad acumulada que explota de forma ruidosa y entrañable, causando una sensación muchas veces cercana al placer de la catarsis, pero luego suele suceder que sólo resulta agradable a su creador, y a veces la creación es tan fétida que ni su propio creador puede verle el lado bueno, lo cual lleva muchas veces a quemar papeles o al menos encender un fósforo.

El problema con esta teoría es que, continuando con las similitudes entre una pieza de poesía y un flato, la ocurrencia de ambos es mucho, mucho mayor a la que uno consideraría normal, necesaria, o incluso saludable. Sucede que muchos de nosotros, por lo general en secreto, escribimos poesías al tiempo que también nos tiramos pedos, y por lo general de la misma manera nos sentimos avergonzados de este hecho y tratamos de ocultarlo. Aquellos que no tratan de ocultarlo, y de hecho hacen alarde de su poesía/gas, terminan, la mayor parte del tiempo, siendo encontrados con el rechazo y el desagrado de la mayoría, incluso aquellos que comparten las mismas actividades (poesía/pedo).

A continuación, cuando se concentra una buena cantidad de gente que hace alarde de sus dotes pedorrezcos y poéticos, se crea un sistema retroalimentativo en el cual se incrementa constantemente y hasta el punto crítico, la producción y aprobación de ambos productos. Esto resulta en dos situaciones en las cuales finalmente la poesía y el pedo se diferencian: Los que se van por el lado del alarde pedorro terminan siendo miembros de una fraternidad o grupo social de baja categoría (como un quinteto, uno que terceras personas puedan caracterizar como "escoria"), y los que se inclinan para el lado literario, terminan siendo galardonados y admirados por sus creaciones.

Pero a fin de cuentas el pedo y la poesía terminan siendo inquietantemente similares: Ambas son fáciles de producir, no requieren práctica ni conocimiento ni mucho menos sentido de estética y modales, ambas significan que su creador está lleno de mierda, ambas son más comunes (entre gente sin dotes necesariamente extraordinarios) de lo que la mayoría quisiera admitir, o incluso de lo que la mayoría desearía, y ambos, lamentablemente, son considerados por muchas personas grandes obras de arte.

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